miércoles, 2 de junio de 2010

Alguna vez evaluaste “¿qué querías ser cuando fueses grande?”

A todas nos pasó en la vida que cuando éramos chiquitas nos preguntaron “¿qué queríamos ser de grandes?”
En los años de adolescencia y juventud, todas soñábamos con un futuro exitoso, brillando por la carrera, el oficio, el trabajo o la familia que íbamos a formar.

¿Qué pasó con esos sueños?
Algunas los concretamos, o parte de ellos.
Otras, no lo lograron…
Esto no quiere decir que estemos tan grandes como para no poder intentarlo nuevamente.

¿Cómo lo hacemos?
En primera instancia, conectarnos con aquellos deseos incumplidos que nos quedaron en el tintero: hobbies, el armado de un grupo de amigas, estudiar algo nuevo, disponer de tiempo personal para… lo que querríamos.

Como todo junto no vamos a poder concretar, te sugerimos comenzar por elegir uno y proponértelo como un proyecto, incluso con el desafío de hacer las cosas de otra manera.
La idea no es agregar exigencias a tu cotidianeidad, sino disfrutar una propuesta que te cargue de energía, que te levante a la mañana con ganas de avanzarlo de a poco, que te llene por adentro, que te haga llamar a una persona significativa para contarle lo que vas realizando o pensando, para intercambiar las ideas…

Te proponemos algunas guías que te pueden orientar:
  • Imaginate a vos misma en esa situación, con el proyecto ya encaminado. ¿Cómo sería?
  • ¿Qué alcance te gustaría que tenga?
  • ¿Qué estrategia estarías pensando para garantizar que funcione?
  • ¿Cuál sería el primer paso?; ¿y los siguientes?
  • ¿Con quién lo compartirías?

Te sugerimos que lo vivas desde una mirada positiva, con alegría y, sobre todo, disfrutándolo contigo misma y compartiéndolo con alguien que merezca tu confianza.