Se genera un contacto entre mujeres, que es más que un simple encuentro. Se trata de un código tácito compartido:
- Con ella puedo hablar, ella me va a entender…
- Con ella me puedo quejar…
- A ella le pasan cosas parecidas a mí…
Pero, ¿y después de descargar, qué?; ¿cambió algo?
¿Qué pasaría si cambiamos el final de esta película por otro, en el que en un ámbito relajado y sin interferencias del afuera esas mujeres, además de escucharte pudieran tener una actitud más activa?Es decir:
- Proponerte otros caminos de acción
- Estimularte a cambiar aquello que te molesta
- Acompañarte en el hacer aquello que te es difícil
- Contagiarte de esa energía que te dan ganas de agradecerle a la vida por lo bien que te sentís… ¡Sin ser juzgada…!
Esta es la diferencia entre el grupo de mujeres y una red de mujeres.
Se trata de un salto cualitativo que va del decir al hacer, en un ámbito de confianza y respeto. Se centra en que además de darnos cuenta que no estamos solas porque “a otras les pasa lo mismo que a mí”, la red tiene como principio la convicción que potencialmente todas las mujeres tienen la capacidad de crecer, cambiar y alcanzar objetivos, que para esto trabajamos todas juntas, brindando apoyos concretos y aportes eficientes que generan un espacio de acción y un código propio de trabajo que te impulsa a hacer, a cambiar, sin sentirte enjuiciada…Te acompañamos en el proceso de descubrimiento de tus deseos, rescatando tus propias fortalezas e integrando las ideas con el proceso de hacer.
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